El 44% de los jóvenes españoles que usa las aplicaciones tecnológicas para cuestiones relacionadas con la alimentación, aprende a cocinar siguiendo las recetas que ve en las redes sociales. No obstante, preguntados por dónde aprendieron a cocinar la última receta, cerca del 20% de los encuestados de entre 18 y 35 años reconoce que lo hizo siguiendo las recetas familiares que han ido pasando de generación en generación en su casa.
Así lo revela el X Observatorio Nestlé de Hábitos Nutricionales y Estilo de Vida de las Familias, según el cual el 16% de los jóvenes encuestados opta por la ayuda de webs o apps culinarias, solo el 11% consulta los tradicionales libros de recetas cuando se pone frente a los fogones y un escaso 2% elige los dispositivos interactivos guiados por voz como aliados en la cocina.
«Las redes sociales están muy presentes a la hora de inspirar en la cocina, pero las recetas que pasan de abuelos a padres y, luego, a los hijos siguen teniendo un peso considerable. Hoy, uno de cada diez jóvenes ya aprende a hacer un huevo frito a través de Instagram, pero la mayoría -prácticamente seis de cada diez- reconoce que aprendió a freírlo o a hacer la clásica tortilla de patatas siguiendo los trucos familiares», explica Laura González, responsable de nutrición de Nestlé España.
Además, según este informe, el 30% de los jóvenes españoles dice disponer de la información suficiente como para llevar una alimentación saludable. Ahora bien, entre los que deciden buscar información sobre qué comer y cómo llevar una buena alimentación, «el 36% asegura que adquiere esos conocimientos a través de las redes sociales de nutricionistas y hasta el 27% confiesa que se guía por las recomendaciones y hábitos nutricionales que sus influencers de referencia muestran, por ejemplo, en Instagram o TikTok», explica González. De hecho, solo dos de cada diez jóvenes acude a la consulta de un nutricionista profesional para una atención personalizada.
Comparando otros hábitos vinculados a la alimentación entre las diferentes generaciones, el Observatorio Nestlé revela que cocinar a la plancha es la técnica predominante entre los españoles. El 37% de los jóvenes encuestados come o cena a la plancha a diario, 13 puntos más de lo que lo hacen los de mayor edad.
Tras la opción plancha, la segunda elección con más adeptos entre la Generación Z y los Millennials es el horno (el 18% de ellos lo usa mucho) mientras que, para las generaciones anteriores (también llamados Generación X y Boomers), la segunda posición en el ranking la ocupa el microondas. El 17% de estos lo usa frente al escaso 5% de la juventud que lo hace.
«Estos datos reflejan que los jóvenes están cada vez más implicados en llevar una alimentación saludable. Lo vemos en lo que escogen para comer, pero también en cómo lo cocinan», apunta Laura González. «Por ejemplo, hasta el 15% de los jóvenes guisa habitualmente, cuatro puntos más que los españoles de mayor edad. Esto es una muestra de que llevar una alimentación saludable está calando cada vez más entre las generaciones más jóvenes y que hay un creciente interés por el mundo gastronómico y la cocina. Se preocupan por alimentarse mejor y, a su vez, están abiertos a disfrutar de la cocina como actividad de ocio. Esto es muy positivo porque cocinar es el primer paso para establecer unos hábitos de alimentación saludables», concluye.
Y si hay un utensilio que se ha convertido en imprescindible para los más jóvenes ese es la freidora de aire (airfryer): casi el 40% de ellos la tiene en casa, diez puntos más de lo que está presente en casa de sus padres.
Fuente: Food Retail